¿Puede calificarse la revolucion china de revolucion proletaria? Memorias de E. Hoxha.Reflexiones sobre China.Diciembre de 1977.

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La proclamación de la república y la llegada del Kuomintang al poder no significaban la desaparición de la gran burguesía compradora. En absoluto. Esta burguesía se mantuvo en el poder, y continuó manteniendo, preservando y desarrollando sus relaciones con los Estados imperialistas, especialmente con el imperialismo norteamericano, y provocando roces y fisuras que incluso condujeron a choques armados entre el Partido Comunista de China y el Kuomintang. El mismo suegro de Sun Yat-sen, que a su vez era el suegro de Chiang Kai-shek, y formaba parte del comité ejecutivo del Kuomintang, era uno de los más grandes burgueses compradores de China. Y como él había muchos otros.

Sun Yat-sen y el Kuomintang eligieron y aplicaron un camino de las reformas democratico-burguesas y, a pesar de tener relaciones amistosas con la Unión Soviética de Lenin, distaban mucho de seguir el camino leninista para transformar a China.En el informe que con fecha del 26 de enero de 1923, hizo el delegado de la Komintern, escribía que Sun-Yat-sen había dicho que el sistema de los Soviets no podía ser introducido en China, porque en este país no existía ninguna condición favorable para su aplicación. Sun Yat-sen no fué completamente capaz de elaborar un programa claro y preciso para el desarrollo de China.. Sus puntos de vista y sus tendencias sociales eran radicales de palabra , pero pálidas en su contenido. Las tendencias político-ideológicas de Sun Yat-sen, de Chiang Kai-shek y del Kuomintang en general, se inclinaban sobre todo y principalmente hacia puntos de vistas democráticos-burgueses de Europa Occidental, de Norteamerica y hacia los de otros países como Japón. Sun Yat-sen, según he podido leer, intentó más de una vez encontrar apoyo, no obstante ser este paso muy hasardeux…(arriesgado) y peligroso, ora en los clanes militares del interior, ora e las grandes potencias como los Estados Unidos de America y Japón. Recibió ayudas de ellos para levantar el régimen que se instauraba en China. Se sobreentiende que esta ayuda procedente de círculos democráticos norteamericanos no tenía en absoluto un carácter altruista. Los Estados Unidos de America, en tanto que potencia imperialista, buscaban clavar las garras y asentarse en el extremo Oriente, sobre todo en China.

Bien que S un Yar-sen siguió siendo un demócrata progresista con tendencias liberales, simpatizaba con la revolución de Octubre y la Unión Soviética. La república democrático-burguesa creada por él, estableció relaciones con la Unión Soviética y encontró en ella y en Lenin un poderoso apoyo para llevar hacia adelante la transformación social, política y militar que se emprendía en China.El testamento de Sun Yat-sen descubre sobradamente su ardiente deseo de ver llevada la revolución democratico-burguesa hasta las ultimas consecuencias, así como su confianza y simpatía hacia la Unión Soviética. Su testamento acaba con las siguiente palabras:

«Queridos camaradas, en el momento en que voy a abandonarles , deseo expresar una gran esperanza, la esperanza de que pronto rayará el alba y entonces la Unión Soviética, sus amigos y sus aliados aceptarán a su lado una China fuerte, desarrollada e independiente en la gran lucha por la emancipación de los ´pueblos del mundo. Nuestros dos países marcharán hombro a hombro hacia la victoria.Les dirijo mis saludos fraternales….».

En esta época, y más exactamente en 1921, cuando el Kuomintang era todopoderoso, cuando a su cabeza se encontraba Sun Yat-sen, cuando la republica china se desarrollaba y mantenía lazos de amitad con la Unión Soviética de Lenin, fué fundado el Partido Comunista de China.

El Partido Comunista de China nació y creció en el seno de la vieja sociedad y de la antigua civilización china, y en esa época, sus miembros eran producto de la educación intelectual y moral confuciana, democratico-liberal y en último lugar marxista-leninista..Pero tampoco se puede decir que más tarde los marxistas chinos rompiesen por completo con la civilización tradicional, la cual siguió influyendo sobre ellos tanto con su psicologia individual como con su psicologia nacional.

Tanto antes como después de la Revolución de Octubre, la propagación del marxismo en China tomó más bien el carácter de un movimiento de liberación nacional que de liberación social. Los primeros grupos marxistas se caracterizaban por la confusión ideológica y por las vacilaciones en su línea política. Chou Kiang, que hasta el año 1966 fué responsable de las cuestiones culturales bajo el régimen maoista, en un artículo fechado en el mes de setiembre de 1957, escribía : » Echemos una mirada restrospectiva, estábamos apasionados por todos los conocimientos nuevos que nos venían del extranjero y nos veíamos imposibilitados de distinguir entre el anarquismo y el socialismo, entre el individualismo y el colectivismo. Nietzsche, Kropotkine y Carlos Marx nos atraían a cual más. Después comprendimos que el marxismo-leninismo era la única y verdadera arma para liberar a la humanidad. Creíamos en un comunismo abstracto y nuestros actos siempre venían dictados por el deseo de dar muestras de heroísmo individual. No teníamos contactos estrechos con los obreros y los campesinos, nos aproximábamos muy poco a ellos. La revolución democrática era nuestro objetivo inmediato, mientras que la revolución socialista era un ideal lejano. Durante mucho tiempo hemos estado bajo la influencia del individualismo. Soñábamos como Ibsen y acariciábamos su divisa…»En la vida, el hombre más fuerte es el más solitario…»

Se debía poner freno a todos estos puntos de vista ideológicos y políticos, en el sentido de que se debían depurar las filas del partido y disminuir la influencia de los elementos que eran demóicratas, pero que no eran marxistas, que no seguían los pricipios fundamentales del marxismo-leninismo . Con esto quiero decir que se debía limpiar el terreno para que se formara un auténtico partido comunista, que siguiera y aplicara de manera creadora, la teoría del marxismo-leninismo en las condiciones de China, entendiendo por ello que la aplicara más profunda y claramente de acuerdo con las ideas que guiaron la Gran Revolución Socialista de Octubre, las ideas de Marx y de Lenin.

En este sentido el Komintern aportó su contribución y fué él quien ayudó a la formación de nuevos cuadros más radicales, más clarividentes, que fueron surgiendo unos tras otros después del Movimiento del 4 de Mayo de 1919, desde Li Li-san hasta Mao Tse-tung. En la aplicación de la vía soviética, Mao Tse-tung era mucho más progresista que sus predecesores, mucho más revolucionario, más consecuente que Sun Yat.sen e incluso lo era más que sus camaradas más viejos como Chen Tu-sin, Li Ta-chao y otros. Sin embargo, en las concepciones de estos nuevos cuadros siguió conservandose un acentuado sentimiento del nacionalismo chino y de la Independencia de este «Gran Estado», así como una profunda influencia de las viejas ideas filosóficas de Con fucio, Mencio, etc. Esto impidió que los camaradas chinos, que se iban formando en el curso de la lucha y de los esfuerzos, considerasen el marxismo-leninismo como una auténtica brújula que les guiara por el bosque muy oscuro de la revolución democratico-burguesda china, y que elaborasen una línea política marxista-leninista con objetivos claros que les dirigiese sin vacilación a lo largo de todas las etapas de la revolución china. Ahora bien, desde el ´principio hasta hoy, esto no solo no se hizo como era debido, sino que únicamente se conservaron algunas fórmulas y consignas marxistas, mientras que en el fondo el Partido Comunista de China no era un verdadero partido del proletariado, un partido de la revolución, capaz de dirigir la revolución democrática y transformarla en revolución proletaria. De hecho, en su seno se desarrollaron una serie de desviaciones y teorías anarquistas. Toda la evolución de China, desde la formación del partido, desde la fundación de la republica democratico-burguesa de Sun Yat-sen hasta hoy, testimonia una trayectoria caótica.El recien formado Partido Comunista de China debía seguir el camino de fortalecerse organizativamente e ideológicamente, de trabajar por elevar su personalidad y paso a paso ir creando las alianzas con las clases y las fuerzas revolucionarias; debia luchar por consolidar las posiciones de la democracia burguesa que estaban en la primera etapa de su edificación, es decir, por asegurar las libertades democráticas populares, por acrecentar la influencia del pueblo y, en primer lugar, del proletariado por todas partes, en el pais, en el poder y en el ejército; debía ocupar posiciones dirigentes en los sindicatos que se formaron en el seno del Kuomintang y desarrollar la propaganda de manera consecuente, para consolidar sus posiciones en la clase obrera y convertirla en la clase hegemónica de la revolución.Al mismo tiempo debía extender su influencia al campo chino, porque aquí vivía la mayor parte de la población de este país que puede ser llamado continente, y proceder de forma más consecuente a la hora de llevar a cabo la reforma agraria y promover el despertar político y cultural del campo .

Eran Lenin y el Komintern, la Revolución de Octubre y la experiencia de la Unión Soviética, que habian abierto este camino al Partido Comunista de China.

Lenin escribió una serie de artículos sobre China. El artículo titulado «La democracia y el populismo en China», publicado el 15 de julio de 1912, es interesante al respecto. En él, Lenin analiza la situación existente en China, analiza la revolución de 1911.Lenin reconocía el carácter progresista de las ideas de Sun Yat-sen, con todas las limitaciones doctrinarias. La revolución democratico-burguesa dirigida por el Kuomintang tenía para Lenin un interés particular, porque dicha revolución combatía la opresión ejercida por los estados occidentales e impedía el desmenbramiuento y la desintegración nacional que amenazaba a China. Reconocía el importante papel que le estaba reservado al campesinado, pero preguntándose en todo momento sobre su valor revolucionario ante la ausencia del proletariado en China. Pero en la «Pravda» del 8 de noviembre de 1912, Lenin escribía entre otras cosas, acerca del campesinado:

«Un futuro próximo nos demostrará si los campesinos, no dirigidos por el partido del proletariado, son capaces de mantener sus posiciones democráticas contra los liberales, quienes lo único que aguardan es un momento propicio para virar a la derecha..» Tomo 18 V.I. Lenin.

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Lenin estaba completamente convencido de que en China se formaría el proletariado y remarcaba:

«Por último, en la medida en que aumente en China el número de Shanghais, crecerá también su proletariado.Este formará, probablemente, un partido obrero social-democrata chino que a la vez que haga la crítica de la utopía pequeño-burguesa y las concepciones reaccionarias de Sun Yat-sen, se preocupará sin duda de destacar, mantener y ampliar el núcleo democrático-revolucionario de su programa político y agrario…» V.I. Lenin Tomo 18.Ed. Albanesa. Pag. 178 y pag.445.

Bastan estos dos artículos para demostrar con que claridad definía Lenin las tareas que tenía que resolver el Partido Comunista de China.

En el II (Segundo) Congreso del Komintern que se celebró del 19 de julio al 7 de agosto de 1920, fueron aprobadas, de conformidad con las enseñanzas de Lenin, las tesis sobre la cuestión nacional y colonial, buen número de las que concernían también a China

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