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Análisis de las elecciones en la India actual…

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Recordando sobre el golpe fascista en Indonesia y las enseñanzas que se extraen.

MEMORIAS DE ENVER HOXHA.EXTRACTO DE UN ARTICULO PUBLICADO EN «ZÉRI I POPULLIT»con fecha del 11 de mayo de 1966.

LOS COMUNISTAS Y LAS ALIANZAS CON LAS FUERZAS PROGRESISTAS.

Photo by paul voie on Pexels.com

La «experiencia histórica demuestra que, en su lucha revolucionaria, los comunistas se han aliado y se alían con diferentes fuerzas progresistas.Porque, particularmente cuando se trata de las revoluciones democráticas o de la liberación nacional del yugo imperialista y colonial, no sólo los auténticos comunistas y revolucionarios, sino también otras amplias capas de la población, desde los obreros y los campesinos hasta la burguesía nacional y otras personas progresistas, están interesados en la realización de estos objetivos. Sería erróneo, sectario y nocivo para la revolución que no se unieran.en aras de su triunfo, todos aquellos que son susceptibles de ser unidos.Y los comunistas y los auténticos revolucionarios, como los luchadores más audaces y los representantes más fieles de las amplias masas populares, están siempre interesados en la unión de todos los que aspiran a hacer avanzar la revolución.

Los acontecimientos de Indonesia constituyen asimismo una importante enseñanza con respecto a las alianzas.En Indonesia existía desde tiempo atrás la NASAKOM, que representaba la alianza de las fuerzas nacionalistas, religiosas y comunistas.El PC de Indonesia hizo bien en participar en la NASAKOM.A traves de ella, consolidó sus propias posiciones y las de la clase obrera en toda la vida del país.Pero, como demostraron los acontecimientos no se llevó acabo en ella un trabajo organizativo y revolucionario sano, se toleró una euforia funesta y se ensalzó en exceso a la propia NASAKOM, la unidad de las trés fuerzas que la constituían y la «libertad» de acción.El hecho es que al primer embate toda la fortaleza de la NASAKOM se vino abajo. La NASAKOM no fué un dique suficientemente fuerte para hacer frente a la ola de la contrarrevolución.

Por eso, los comunistas y los revolucionarios jamás deben contentarse en su lucha con la conclusión formal de las alianzas.No deben entusiasmarse con las declaraciones sobre la «vitalidad» de estas alianzas, sino que deben actuar de manera que estas sirvan lo mejor posibe a la revolución.

Es indispensable por tanto que, en los diferentes frentes populares, democraticos, nacionales y de liberación nacional, los auténticos partidos marxistas-leninistas, con su trabajo y su lucha, se ganen la confianza de sus aliados, su acertada línea revolucionaria en interés de las amplias masas unidas en el frente, son la garantía de la fuerza y la vitalidad de los frentes mismos y de su gran papel en el logro de los objetivos de la revolución. Se ha comprobado más de una vez que, cuando estos frentes están dirigidos por otras fuerzas sociales o partidos políticos, no son estables, no aplican una línea revolucionaria consecuente, son utilizados frecuentemente con fines contrarrevolucionarios y estallan como pompas de jabón al primer choque con la reacción.

Siguiendo la línea de unidad con todos los que pueden ser unidos en un frente, los partidos marxistas-leninistas, en oposición a los puntos de vistas de los revisionistas modernos, deben no sólo salvaguardar su independencia y su función dirigente, sino al mismo tiempo, combatir las vacilaciones de sus aliados, sus tendencias reaccionarias y sus tentativas de dividir los frentes y de dedicarse a chalaneos con las fuerzas de reacción. La línea de la unidad y de la lucha contribuye al fortalecimiento de los frentes, a su depuración de los elementos reaccionarios y contrarrevolucionarios, a la consolidación de la cohesión y del espíritu revolucionario, a la consolidación de la cohesión y del espíritu revolucionario, a la obtención de una unidad más elevada y asentada sobre una base más sólida.Aplicar únicamente la línea de la unidad y renunciar a la lucha conduce a una unidad falsa, formal y permite a los elementos y fuerzas reaccionarias socavarla y liquidarla fácilmente, asentando así un rudo golpe a la propia causa de la revolución.

En las alianzas con diferentes capas y fuerzas sociales para la realización de tales o cuales objetivos en las diferentes etapas de la revolución, es importante que los comunistas jamás olviden su objetivo final: el triunfo del socialismo.

«Es necesario saber unir la lucha por la democracia con la lucha por la revolución socialista, subordinando la primera a la segunda, –ha dicho Lenin–.Aquí reside toda la dificultad, esta es toda la esencia…..No olvidar LO PRINCIPAL (la revolución socialista), ponerla en primer plano….subordinando a la revolución socialista todas las exigencias democráticas , coordinandolas con ella, haciendo que dependan de ella…» (V.I.Lenin, tomo 35, Obras completas).

En sus alianzas con otras fuerzas sociales los comunistas son sinceros, luchan resueltamente por la aplicación de los programas de los frentes unicos, pero, al mismo tiempo, no ocultan en absoluto sus ideales y, después de la realización, de las tareas democráticas nacionales, están decididos a no quedarse a medio camino, sino a impulsar la revolución hasta el triunfo del socialismo y el comunismo.

La actividad de nuestro partido durante la lucha de liberación nacional, los acuerdos, las discusiones con los elementos progresistas, e incluso con las fracciones de la burguesía reaccionaria, nos enseñaron a orientarnos correctamente y con éxito en este laberinto.La experiencia así adquirida en la lucha le ha sido y le es extraordinariamente útil a nuestro partido en la aplicación de su correcta política con las masas trabajadoras, le ayuda en su política interior y en la orientación de su política exterior, en el estudio y solución de las contradicciones no antagónicas y antagónicas, tanto dentro, como fuera del país, así como en el movimiento comunista internacional.

El proletariado mundial , los partidos m-l y todos los verdaderos revolucionarios están empeñados, en una encarnizada lucha contra el imperialismo, contra la burguesía reaccionaria, contra los revisionistas modernos, contra su ideología. En una lucha a vida o muerte, una lucha de gran importancia mundial. La lucha entre nosotros y los enemigos es una encarnizada e implacable lucha de clases, ni el enemigo nos persona ni nosotros a él. El desarrollo de esta lucha de clases no se presenta del mismo modo en todas partes, no solamente por su intensidad, sino también por sus formas, por su dinamismo, por la concepción del mundo de las fuerzas participantes en la lucha, por las coyunturas, por los zig-zags, por el avance de la revolución, por las retiradas temporales, por el vigor de su ataque y por muchos otros factores, objetivos y subjetivos.

A los comunistas y obreros marxistas-leninistas les incumbe, como tarea importante e indispensable, tener en cuenta, como tarea estos elementos, analizarlos científicamente a través del prisma del marxismo-leninismo creador, aplicándolo no como un dogma, sino como una teoría revolucionaria viva y en acción, preservando siempre la pureza de los principios fundamentales, las leyes generales del desarrollo y de la revolución, sin ocultar bajo la consigna de una supuestas «condiciones reales del país» o de las «coyunturas especiales del tiempo o del momento», el oportunismo de derecha o el sectarismo nocivo.

Los recientes acontecimientos, el brutal ataque de los imperialistas, los revisionistas jruschovistas y de los diferentes reaccionarios contra el socialismo, contra la lucha de liberación de los pueblos, contra los partidos comunistas y revolucionarios de diversos países , muestran que la unidad internacionalista marxista-leninista, es, como en toda circunstancia, pero hoy más que nunca , indispensable.Quien no comprende esta gran verdad, no comprende el gran lema de Marx «¡Proletarios de todos los países uníos!». El marxismo-leninismo nos enseña que que todos los revolucionarios deben unirse contra los enemigos del proletariado y de los pueblos, contra los capitalistas, los imperialistas y sus aliados, contra la burguesía reaccionaria, contra las variantes de su ideología, una de las cuales es actualmente el revisionismo moderno, encabezado por el soviético.

Los enemigos del proletariado y del marxismo-leninismo han dirigido todo el rigor de sus ataques contra la unidad internacional marxista-leninista.Para ello han empleado todos los medios a su disposición y coordinan toda su actividad. Así actúa hoy el imperialismo mundial, encabezado por el norteamericano ; así actúa el revisionismo moderno, con el jruschovismo a la cabeza; así actúan todos los reaccionarios del mundo.En efecto, la unidad de los marxistas-leninistas del mundo es mortal para ellos, mientras que para nosotros es providencial.

Los traidores al marxismo-leninismo, los revisionistas jruschovistas, los titistas y sus lacayos han trabajado con arreglo a un plan bien definido para obstaculizar la unidad de los marxistas-leninistas y, en general, para desacreditar la necesidad objetiva de esta unidad.En primer lugar, en función de sus objetivos de traición, atacaron toda idea de organización internacional de los comunistas. Los revisionistas necesitaban de esto para rehabilitar a los traidores y a la traición trotskista, y en particular para desacreditar la idea de la unidad marxista-leninista internacionalista, que ha representado y representa para ellos el más grande peligro.Los revisionistas soviéticos han seguido la línea de denigrar todo lo sano, todo lo que sea marxista-leninista con el fin de reconstruir una nueva unidad sobre bases revisionistas y bajo el dictado jruschovista. Naturalmente esto es construir un castillo sobre arena, ya que no puede exiastir ninguna verdadera unidad al margen del marxismo-leninismo.Las prédicas de los revisionistas jruschovistas sobre la»unidad» son enteramente contrarias a la unidad , a la idea de la unidad marxista-leninista y se llevan a cabo para obstaculizar su realización.

…….Los revisionistas modernos hablan de su «unidad», pero en el seno de esta «unidad» cada día más se desarrollan numerosas formas e ideas desintegradoras, centrífugas, que conducirán a la degeneración abierta de los seudomarxistas, cualesquiera que sean las máscaras con que se encubran. La lucha heróica y consecuente de los marxistas-leninistas arrancará muchas máscaras.Si no es hoy, en un futuro próximo serán indudablemente desenmascaradas las maquinaciones de quienes quieren jugar el papel de centristas.(Alusión al Partido Comunista de Rumania, al Partido Comunista del Japón y al Partido del Trabajo de Corea .)

Centristas quienes de palabra defienden los principios, pero de hecho los deforman al socaire de la «independencia», de las «condiciones específicas», y todo para disimular su alejamiento progresivo del marxismo-leninismo….Es necesario que los marxistas-leninistas refuercen su unidad sin prestar atención a las calumnias y las consideraciones de los revisionistas…….Se esfuerzan en vano:la consigna leninista «¡Proletarios de todo el mundo y pueblos oprimidos, uníos!» triunfará.

El Golpe Fascista en Indonesia.Enseñanzas.Memorias de E. Hoxha.Publicación de «Zëri i popullit». 11 de mayo 1966.

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El valor de las «libertades democráticas» en un Estado burgués y el modo de aprovecharlas

La burguesía y, junto a ella, los revisionistas modernos, hablan y hacen cálculos sobre las llamadas libertades democráticas. En efecto, en cada Estado burgués denominado democrático, existen algunas «libertades» democráticas relativas. Decimos relativas, porque no rebasan jamás el límite de la concepción burguesa de la «libertad» y de la «democracia», porque llegan precisamente hasta el punto de no perjudicar los intereses vitales de la burguesía en el poder.

Naturalmente, la clase obrera y los hombres progresistas aprovechan estas condiciones para organizarse, para difundir sus concepciones y su ideología, y preparar el derrocamiento de las clases explotadoras y la toma del poder.

Después de la segunda Guerra Mundial, en muchos países capitalistas de Europa, como resultado de la victoria sobre el fascismo y del papel desempeñado por los partidos comunistas en la lucha anti-fascista, estos partidos llegaron incluso a participar en el gobierno (por ejemplo en Francia, Italia, en Finlandia, etc.), y hasta tener un gran número de diputados en el parlamento, importantes cargos en el aparato del Estado, e inclusive en el ejército, etc.

Asimismo, en diferentes períodos durante estos últimos 15 años, se crearon condiciones favorables para el partido de la clase obrera y las fuerzas progresistas en algunos paises del Medio Oriente, como Irán e Irak, y de America Latina, como Guatemala, Brasil, Ecuador, Venezuela y otros. En Indonesia se creó una situación bastante favorable. El Partido Comunista de Indonesia creció con rapidez, formaba parte del gobierno y ejercía una gran influencia en la política interior y exterior del país, etc.

Pero, también en las condiciones de las «libertades democráticas», se desarrolla una aguda lucha de clases, una lucha a vida o muerte, entre la revolución y la reacción, entre el proletariado y la burguesía.Si el proletariado y su partido se esfuerzan por consolidar sus posiciones, por una parte, la reacción y la burguesía no duermen. Por el contrario, valiéndose del aparato estatal burgués, de la policía y las fuerzas armadas, practicando la corrupción y la subversión, alimentando el oportunismo y las ilusiones reformistas y pacifistas en el seno de la clase obrera, etc, se preparan seriamente para consolidar sus posiciones y desbaratar a las fuerzas revolucionarias.

El desarrollo de los acontecimientos tras la Segunda Guerra Mundial muestra que, en el marco de las «libertades democráticas», la burguesía ha actuado enérgicamente y en diferentes formas para liquidar el movimiento revolucionario de la clase obrera.

Después que la burguesía y la reacción lograron consolidar sus posiciones, expulsaron a los comunistas del gobierno, de los puestos importantes en el aparato del Estado y del ejercito, como sucedió en Italia, Francia y Filandia. En Inglaterra, Austria y otros países, ni siquiera se toleró su presencia comunista en el parlamento, mientras que en Grecia fueron encarcelados y combatidos por la fuerza de las armas.

Cuando la burguesía y la reacción constatan que su poder está amenazado por la fuerza y el prestigio crecientes del partido comunista y del movimiento revolucionario de las masas, juegan su última carta: ponen en acción a las fuerzas armadas, organizan progrom para aplastar y liquidar al movimiento revolucionario y a los partidos comunistas, como sucedió en Iran e Irak, recientemente con los trágicos acontecimientos de Indonesia. En tales casos la reacción y la burguesía de un país dado han aprovechado directamente también la ayuda de la reacción internacional.Incluso el apoyo de sus fuerzas armadas, como ha ocurrido en la Republica Dominicana y en otros lugares.

¡¿Que conclusiones se pueden sacar de esta experiencia histórica?!

Primero, que las llamadas «libertades burguesas» y «libertad democrática» en los paises capitalistas no son como para permitir a los partidos comunistas y a los grupos revolucionarios alcanzar sus objetivos. De ningun modo. La burguesía y la reacción toleran la actividad de los revolucionarios mientras no constituya un peligro para el poder de clase de la burguesía. Cuando este poder está en peligro, o cuando la reacción encuentra el momento propicio, sofoca las libertades democráticas, recurre a todos los medios, sin ningún escrúpulo moral ni político, para destruir a las fuerzas revolucionarias. En todos los países en que se ha permitido a los partidos comunistas militar abiertamente, la burguesía y la reacción aprovechan esa situación para conocer toda la actividad, las personas, los métodos de trabajo y de lucha de los partidos marxistas-leninistas y de los revolucionarios.Por eso, los comunistas y sus partidos auténticamente marxistas-leninistas cometerían un error fatal si tuvieran confianza en las «libertades» burguesas que les proporciona la coyuntura, si lo hicieran todo abiertamente y no guardaran el secreto de sus organizaciones y de sus planes. Los comunistas deben aprovechar las condiciones del trabajo legal, incluso para desarrollar un amplio trabajo propagandístico y organizativo, pero, al mismo tiempo, deben estar pr eparados para el trabajo clandestino.

Segundo, las ilusiones oportunistas sobre la «via pacífica» para la toma del poder son un bluf y representan un gran peligro para el movimiento revolucionario. En apariencia, el Partido Comunista de Indonesia parecía tener el terreno más favorable para alcanzar su objetivo siguiendo esta vía. No obstante, los comunistas indonesios habían declarado más de una vez que no se forjaban ilusiones sobre la vía «pacífica». En su saludo al congreso del Partido Comunista de Nueva Zelandia, la delegación del comité central del PC de Indonesia confirmaba que «los acontecimientos de Indonesia han demostrado una vez más que no existe ninguna clase dominante…ni fuerza reaccionaria que permita a las fuerzas revolucionarias conquistar la victoria por la «vía pacífica». Los comunistas extraen de los trágicos acontecimientos de Indonesia la enseñanza de que no es suficiente desechar las ilusiones oportunistas sobre la «vía pacífica» y reconocer que la única vía para la toma del poder es la vía revolucionaria de la lucha armada. El partido del proletariado, los marxistas-leninistas y todo revolucionario deben tomar medidas efectivas para preparar la revolución, comenzando por la educación de los comunistas y de las masas en el espíritu militante revolucionario y llegando hasta su preparación concreta para hacer frente a la violencia contrarrevolucionaria de la reacción con la lucha armada revolucionaria de las masas populares.

Tercero, independientemente de las condiciones y de las posiciones favorables que puede disfrutar en un determinado momento, el partido de la clase obrera no debe relajar un sólo instante la vigilancia revolucionaria, sobreestimar sus fuerzas y las de sus aliados y subestimar las fuerzas del adversario, de la burguesía y la reacción. El Partido Comunista Indonesio gozaba de una gran influencia en el país, pero parece que sobreestimó en particular la fuerza política de Sukarno y del sector de la burguesía que le apoyaba, y tuvo demasiada confianza en esta fuerza. Al mismo tiempo, parece que subestimó la fuerza de la reacción, en particular de la reacción del ejército. Al parecer los camaradas indonesios pensaban que el que tenía a Sukarno de su parte, tenía la llave de Indonesia, sin analizar debidamente en qué consistía la fuerza de Sukarno y hasta qué punto esta fuerza era real, particularmente entre el pueblo.Los recientes acontecimientos de Indonesia demostraron claramente que el prestigio y la autoridad de Sukarno no se apoyaban en una base social, económica y política sólida.Los generales reaccionarios lograron neutralizar a Sukarno, e incluso, mientras les convenía, le explotaron para sus fines contrarrevolucionarios.

Cuarto, el partido marxista-leninista y todos los autenticos revolucionarios deben seguir consecuente y resueltamente una línea revolucionaria y luchar audazmente contra el oportunismo y su más sórdida manifestación, el revisionismo moderno, tanto el jruschovista como el titista. Los oportunistas y los revisionistas modernos han hecho de la lucha por las «libertades» burguesas su bandera y han renunciado a la revolución, preconizan la «vía pacífica» como la única vía para la toma del poder.Precisamente la línea oportunista y revisionista, la influencia de los revisionistas jruschovistas, etc, han transformado a numerosos partidos comunistas que en el pasado constituían una gran fuerza revolucionaria, en partidos de las reformas sociales, en apéndices y furgones de cola de la burguesía reaccionaria. Esto sucedió con los partidos de Italia, Francia, de Finlandia, de Inglaterra, de Austria y otros.La aplicación de la línea oportunista del XX Congreso de los jruschovistas condujo a la catástrofe y a la liquidación al Partido Comunista de Irak, al antiguo Partido Comunista del Brasil, al Partido Comunista de Argelia, etc.El PC de Indonesia se opone al revisionismo moderno.Los ultimos acontecimientos de Indonesia y el papel de zapa de los revisionistas jruschovistas jugaron allí, demuestran que el verdadero partido revolucionasrio, fiel al marxismo-leninismo, decidido a llevar audazmente adelante la revolución, debe mantener una actitud bien definida frente al oportunismo, al revisionismo jruschovista y titista.No basta solidarizarse con la lucha de los marxistas-leninistas contra los revisionistas, es preciso también que el partido luche de manera intransigente y abierta contra la traición revisionista, porque únicamente así pueden los comunistas educarse en un espíritu revolucionario y puede ser preservado el partido de todo peligro de revisionismo.Sin combatir resuelta y consecuentemente contra el oportunismo y el revisionismo jruschovista, no se puede combatir al imperialismo, no se puede combatir a la reacción, no se puede impulsar la causa de la revolución y el socialismo.

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A 50 años de los trágicos acontecimientos de Chile.Publicación de «zëri i Popullit». En Memorias de Enver Hoxha. 2 de octubre 1973.

Lenin , al criticar el «cretinismo parlamentario» de los representantes de la II Internacional, que transformaron sus partidos en partidos electorales, ha demostrado claramente a donde conduce el parlamentarismo en lo ideológico, en lo político y en lo práctico. Lenin subrayaba:

«Este (el Estado burgués) NO PUEDE sustituirse por el Estado proletario (por la dictadura del proletariado) mediante la «extinción», sino sólo, como regla general, mediante la revolución violenta «.

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Puntualizaba que

» la necesidad de educar sistemáticamente a las masas en ésta, precisamente en esta idea de la revolución violenta, constituye la base de toda la doctrina de Marx y Engels».

Aferrándose al «camino parlamentario», los revisionistas modernos no hacen sino seguir ciegamente el camino de Kautsky y sus seguidores.Pero cuanto más avanzan por este camino, tanto más se desenmascaran y tanto mayores son sus derrotas..Toda la historia del movimiento comunista y obrero internacional ha demostrado que la revolución violenta, la destrucción de la máquina estatal de la burguesía y el establecimiento de la dictadura del proletariado constituyen la ley general de la revolución proletaria.

«El desarrollo progresivo, es decir, el desarrollo hacia el comunismo–señalaba Lenin–pasa por la dictadura del proletariado, y sólo puede ser así, ya que no hay otra fuerza ni otro camino para romper la resistencia de los explotadores capitalistas…»

Los Jruschovistas.El drama húngaro, los demonios fuera de control en 1956. MEMORIAS DE ENVER HOXHA.

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Los contrarrevolucionarios actuaban con tanta arrogancia que llegaron a arrojar de la embajada al propio Andropov y su personal, dejándoles en la calle durante varias horas.Por nuestra parte orientamos a nuestro embajador en Budaoest a tomar medidas para defender la embajada y el personal, y emplazar una ametralladora en el rellano superior de la escalera. Si los contrarrevolucionarios se atrevían a atentar contra nuestra embajada, debía abrirse fuego sin vacilación. Pero cuando nuestro embajador pidió armas a Andropov para asegurar la defensa de nuestra embajada, éste se negó:

—-Tenemos inmunidad diplomática, y nadie les va a tocar.

—-¡¿De que inmunidad diplomática me hablas ?!–le respondió nuestro embajador—Si a ustedes les han puesto en la calle.

—No , no–le dijo Andropov–, si les diéramos armas podría producirse algún incidente.

—Bien, entonces–le expresó nuestro representante—te lo pido oficialmente en nombre del Gobierno Albanés.

Voy a consultar a Moscú–dijo Andropov, y cuando la petición fué rechazada, nuestro embajador declaró:

—-Muy bien, pero deben saber que nos defenderemos con pistola y escopetas de caza que tenemos.

El embajador soviético se había encerrado en la embajada y no se atrevía a asomar la cabeza. Un funcionario que se desempeñaba un puesto de responsabilidad en el Ministerior de Asuntos Exteriores de Hungría y era perseguido por los bandidos, solicitó asilo en nuestra embajada y se lo dimos. Este les dijo a nuestros camaradas que había ido antes a la embajada soviética, pero no le habían permitido entrar.

En un principio las tropas soviéticas acantonadas en Hungría intervinieron, luego, bajo la presión de Nagy y Kadar, se retiraron, y el gobierno soviético se declaró dispuesto a entablar conversaciones para su retirada de Hungría.Y mientras los contrarrevolucionarios hacían estragos , Moscú estaba atemorizado. Jruschov temblaba, dudaba en intervenir.Tito dominaba por completo la situación y apoyaba totalmente a Imre Nagy, incluso había concentrado sus tropas y se disponía a intervenir. Entonces Moscú envió a Budapest a la persona adecuada, al traficante Mikoyan, acompañado del gallito Suslov.

Nosotros, aquí en Tirana, no dejamos de pronunciarnos.Convoqué al embajador soviético y le dije indignado:

—-No se nos informa en absoluto de lo que está sucediendo en algunos países socialistas. Tito y sus compinches están implicados en la organización de la contrarrevolución en Hungría.Ustedes están cediendo este país al imperialismo y a Tito. Deben intervenir militarmente en Hungría y FARE PIAZZA PULITA (del itaiano, despejar un lugar.) antes de que sea demasiado tarde.

Hice referencia a los objetivos de Tito, denuncié la confianza que Jruschov tenía en él y el que Suslov se hubiera fiado de la «autocrítica» de Imre Nagy.

—–Ya pueden ver quien era Imre Nagy,—-le dije—-.Ahora en Hungría está corriendo sangre y es preciso encontrar a los culpables.

Me contestó:

—–La situación es grave, pero no permitiremos que Hungría pase a manos del enemigo.Las opiniones que me acaba de manifestar las transmitiré a Moscú.

Es sabido lo que ocurrió en Hungría y en particular en Budapest. Fueron asesinadas miles de personas. La reacción armada desde el exterior hizo una carnicería ejecutando en plena calle a comunistas, democrátas, mujeres y niños; incendiando casas, oficinas y todo lo que encontraron a su paso. El bandidaje reinó durante días enteros. La única resistencia. pequeña, que surgió, fué la de los destacamentos de la seguridad de Budapest, mientras que el ejército húngaro y el Partido de los trabajadores Húngaros fueron neutralizados y liquidados.Kadar promulgó el decreto de liquidar el Partido de los Trabajadores Húngaros, acto con el que mostró su verdadera catadura, y proclamó la formación del nuevo partido, el Partido Socialista Obrero, que él mismo edificaría junto con Nagy y otros.

La embajada soviética estaba rodeada de tanques y en su interior, Mikoyan, Suslov, Andropov, y quizás también otros, estaban urdiendo intrigas.

La reacción con Kadar e Imre Nagy a la cabeza, encerrados en el parlamento, donde «tenían consejos», continuaban lanzando llamamientos a los Estados capitalistas occidentales a intervenir militarmente contra los soviéticos.Finalmente, el timorato Nikita Jruschov se vió obligado a dar la orden.Las fuerzas soviéticas blindadas marcharon sobre Budapest y comenzaron los combates en las calles. El intrigante de Mikoyan hizo entrar a Andropov en un tanque y lo envió al parlamento a recoger a Kadar a fin de poder manipular con él. Y así ocurrió. Kadar cambió nuevamente de amo, cambió nuevamente de camisa, viró hacia los soviéticos y , defendido por sus tanques, exhortó al pueblo a poner fin a los disturbios, y a los contrarrevolucionarios a deponer las armas.

El gobierno de Nagy había llegado a su fin. La contrarrevolución fue aplastada, y aquel encontró asilo en la embajada de Tito. Era evidente que se trataba de un agente de Tito y de la reacción mundial. También contaba con el apoyo de Jruschov, pero a éste se le escapó de las manos, porque Nagy quería ir y fue más lejos.Durante meses enteros Jruschov peleó con Tito para que le entregaran a Nagy, cosa que Tito rehusó, hasta que llegaron al compromiso de hacer que Nagy pasara a los Rumanos. En los momentos en que tenían lugar las negociaciones con Tito sobre este asunto, Krilov, el embajador soviético en Tirana, nos consultó si estábamos o no de acuerdo en que Nagy fuera a Rumania.

—-Imre Nagy, tal como lo hemos declarado ya anteriormente,—le respondí a Krilov–, es un traidor que abrió las puertas al fascismo en Hungría. Ahora se propone que este traidor, asesino de comunistas y de hombres progresistas, que este traidor que ha dado muerte a soldados soviéticos y les ha hecho a los imperialistas el llamamiento de intervenir, vaya a un país amigo. Esta es una concesión con la que no podemos estar de acuerdo.

Después que se calmaron los ánimos y se enterraron las victimas de la contrarrevolución húngara, obra en particular de Tito y de Jruschov, Nagy fué ejecutado. Tampoco esta actuación fue correcta. no porque Nagy no mereciera ser ejecutado, sino porque se hizo a escondidas, sin hacerlo comparecer ante el tribunal, en desenmascararlo públicamente.Debía ser juzgado y castigado públicamente, sobre la base de las leyes del país cuyo súbdito era. Pero, desde luego , ni a Jruschov, ni a Kadar, ni a Tito les interesaba que Nagy fuera juzgado, ya que éste podría sacar los trapos sucios de los manejaron los hilos del complot contrarrevolucionario.

Posteriormente, cuando la contrarrevolución húngara fué aplastada, salieron a luz muchos hechos que probaban la complicidad de los dirigentes soviéticos en los acontecimientos húngaros. Nosotros teníamos, por supuesto, nuestras sospechas sobre el papel que jugaron los soviéticos, sobre todo en lo que atañe a la destitución de Rakosi, al respaldo que se concedía a Nagy, etc. Sin embargo, en aquel tiempo no conocíamos con exactitud como se desarrolló la colaboración Jruschov-Tito, asimismo desconocíamos las entrevistas secretas de Jruschov y Malenkov con Tito en Brioni. Esto fué descubierto más tarde y ante esta manera de obrar de los soviéticos, adoptamos nuestra actitud de oposición.

Algunos días después del restablecimiento del orden en Hungría, la dirección soviética nos dió a conocer la correspondencia que había intercambiado con la dirección yugoslava acerca de la cuestión húngara. Los hechos que eran revelados en esas cartas suscitaron en nosotros una viva inquietud, pués se trataba de problemas serios y críticos. Los intereses del socialismo y del movimiento comunista exigían en aquel momento que la Unión Soviética fuese defendida frente a los ataques del imperialismo y la reacción, que nuestra unidad fuese preservada. Por otra parte, nuestro partido no podía dejar de pronunciarse sobre esta actuación anti-marxista de la dirección soviética. Todo debía ser juzgado y sopesado bien, profundamente, velando por los intereses del Partido, de nuestro país, de la revolución y del socialismo. Es así como juzgamos estos problemas, y comunicamos a los dirigentes soviéticos nuestras opiniones en un tono camaderil, de modo que todo quedara y se corrigiera entre nosotros.

En esos días, después de haber recibido las cartas, convoqué a Krilov.

—-Le he llemado–le dije–para aclarar algunas cuestiones que surgen de estas cartas.Primero quiero decirle que nos parecen inadmisibles las alusiones que hace Tito a «ciertas personas maliciosas», sobreentendiendo con ello abiertamente la dirección de nuestro partido.Tal expresión en boca de Tito no nos sorprende porque estamos habituados a sus ataques. Pero sí no sorprende que en la respuesta del Comité Central del Partido Comunista de la Unión Soviética no se observa una actitud categórica en relación a estas insinuaciones de Tito. ¿Puede usted decirme algo acerca de esto?

—-¡Nada puedo decirle al respecto!–me contestó Krilov, fiel a su mutismo.

Entonces proseguí:

—-A Tito habría que decirle sin ambages que no somos personas maliciosas ni enemigos del socialismo, como se afirma. Somos marxistas-leninistas, personas decididas a combatir hasta el fin por la causa del socialismo.Por el contrario, Tito es enemigo de la revolución y el socialismo.Y hay muchos hechos que lo confirman.

Krilov continuó en su mutismo y yo, prosiguiendo la conversación, me detuve particularmente en otro problema que nos llamaba la atención en estas cartas: «Usted, escribía Jruschov a Tito, estaba plenamente satisfecho de que el Comité Central del Partido Comunista de la Unión Soviética viniera haciendo esfuerzos, desde el verano pasado, para que Kadar pasara a ser primer secretario después de la retirada de Rakosi «.

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