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PUEDE CALIFICARSE LA REVOLUCION CHINA DE REVOLUCION PROLETARIA’? 1977.Diciembre.
En una carta que Chen Tu-sin dirigía el 7 de abril de 1922 a Voitinsky, delegado del Komintern en China, escribía que los comunistas chinos estaban en contra de la colaboración con el Kuomintang, porque sus objetivos eran diferentes. El Komintern se opuso a esta actitud y dió orientaciones al partido para que colaborase estrechamente con el Kuomintang .
En el Congreso de los pueblos de Oriente, el Komintern definió correctamente la línea de la colaboración entre el Kuomintang y el Partido Comunista de China, así como las tareas que le incumbían a éste en dicho período de la revolución china.El representante soviético sostuvo, igualmente, la idea de que debía apoyarse al Kuomintang, en tanto que un aliado que luchaba por la liberación nacional, pero al mismo tiempo remarcó que el Partido Comunista de China no debía apoyar a las organizaciones y a los sindicatos que estaban dirigidos por el Kuomintang, sino que, junto con las masas proletarias, debía asumir el papel dirigente y luchar por afirmar su influencia entre las masas y crear sus propias organizaciones. «Así, decía el, estimamos que, en esta cuestión, el Kuomintang no debe obstaculizar nuestro trabajo, por nuestro lado, colaboraremos sinceramente con él .Por lo tanto hablamos abiertamente.Nuestra tendencia es ésta, y, el papel preponderante corresponde al movimiento de los obreros chinos, que debe desarrollarse libremente, no obstante la existencia de la burguesía de tendencias radicales, con sus organizaciones y sus partidos democráticos….».
De esta forma este pequeño partido comunista fué apoyado políticamente y ayudado materialmente por el Komintern y la Rusia Soviética, que seguían con atención su actividad entre las masas, y sobre todo entre el proletariado urbano. En este sentido se realizaron rápidos progresos, sobre todo en el plano sindical, mientras que en el plano político los progresos llegaron más tarde, fueron más lentos y comienzan en el año 1925 con el Movimient del 30 de mayo. El Movimiento del 30 de mayo hizo que en el IV Congreso del Partido se alcanzara un nuevo éxito. La colaboración entre el Partido Comunista de China y el Kuomintang se reforzó y se hizo más estrecha, lo cual influyó directamente en la consolidación temporal de la unidad nacional que se había debilitado, por no decir que había desaparecido después del año 1911. Esta colaboración dió un nuevo y mayor impulso al Kuomintang, pero también el Partido Comunista de China llegó a su IV Congreso con fuerzas multiplicadas. En la VII Sesión Plenaria de la Comisión china del Comité Ejecutivo del Komintern, reunida el 30 de noviembre de 1926, Stalin dijo entre otras cosas que
«…toda la evolución de la revolución china, su carácter, sus perspectivas, señalan de modo indudable que los comunistas chinos deben permanecer en el Kuomintang e intensificar su trabajo en él…» Tomo 8 Obras de J.V Stalin.
La colaboración entre los dos partidos prosiguió hasta 1927.Entonces las cosas se complicaron y no hay por que asombrarse, toda vez que la reacción burguesa siempre es reacción. Chiang Kai-shek, la burguesía compradora y la gran burguesía china, que actuaban en el marco de esta «democracia» china, veían un peligro en el Partido Comunista de China, debido a la influencia que poco a poco y gradualmente se iban ganando entre la clase obrera y el campesinado. De esta forma se llegó a la ruptura, a la separación y a los enfrentamientos de Cantón en 1926 y de Shanghai en 1927, en el curso de los cuales fueron eliminados un gran número de proletarios y de comunistas. Esto significó un duro golpe para los sindicatos y para el Partido Comunista de China.
El PC de China no ha sabido definir una clara línea marxista-leninista, no sólo en lo que se refiere a su actitud hacia el Kuomintang sino tampoco en su actitud respecto a la clase obrera y al campesinado. En la revolución democratico-burguesa en China, el campesinado desempeño un papel decisivo , pero esto no significaba que el Partido Comunista de China debía considerarlo como la fuerza dirigente de la revolución .En las nuevas condiciones existentes, esta revolución debía ser dirigida por la clase obrera.
Los hombres del Kuomintang no eran elementos procedentes del campesinado, sino elementos progresistas procedentes de la burguesía urbana, eran en primer lugar intelectuales, a los cuales se habían juntado elementos burgueses reaccionarios, que se esforzarían por impedir que en China se implantaran las libertades democraticas. La burguesía de la nueva republica china se esforzaba por convertir al campesinado chino, al campesinado pobre, al campesinado medio y al campesinado rico, en un instrumento suyo, que además le sirviese de apoyo. Es innegable que el campesinado chino era una fuerza revolucionaria. También en la revolución democratico-burguesa francesa, esta clase había presentado los mismos rasgos. A pesar de que en algunos momentos de la revolución el campesinado francés fué sobre todo monárquico, en general se oponía al feudalismo y deseaba liberarse de los agobiantes impuestos no sólo en dinero, sino también en trabajo servil, que le imponían los feudales franceses, y sobre todo y ante todo, quería obtener tierra .
En China el campesinado era un elemento progresista y revolucionario; estaba contra la monarquía, estaba contra la opresión, contra los «señores de la guerra» y los señores de las provincias, y había que trabajar con él. Como ya hemos dicho, la burguesía, que había hecho la revolución en China, se esforzaba por utilizar al campesinado para alcanzar sus objetivos. En esta situación el Partido Comunista de China debía ponerse en acción, pero sin caer en las posiciones de la burguesía del Kuomintang, tanto de la «progresista», como de la reaccionaria. El PC de China debía tener una línea política independiente y esta debía basarse en las enseñanzas de Marx y Lenin.
En esta etapa, el partido comunista debía consolidar las posiciones que había conquistado a la monarquía, al feudalismo, a las fuerzas retrógradas. Teniendo presentes las diversas etapas. no debía olvidar las perspectivas de la revolución, no debía olvidar que era un partido marxista-leninista de la clase obrera , la punta de lanza de esta clase. En la época en que se fundó el PC de China, en este país existía un proletariado relativamente pequeño en comparación con la clase campesina. En todo caso existía un proletariado y el PARTIDO COMUNISTA de China constituído debía ser el partido del proletariado y considerar al campesinado como su principal aliado. Por eso el partido debía trabajar para convertir al campesinado en aliado de la clase obrera a fin de consolidar la republica democratico-burguesa progresista y pasar más tarde, cuando las condiciones hubieran madurado, a una etapa más avanzada, a la de la revolución socialista. En el plano teórico, no se ha tenido una clara visión de esta idea fundamental, de este principio revolucionario básico que sirve de guía, y, por consiguiente, en la práctica no era aplicado de forma debida y consecuente.
Después de la ruptura en 1927, entre el PC de China y el Kuomintang, la revolución china entró en una nueva etapa, conocida con el nombre de Segunda Guerra Civil Revolucionaria.
Las tareas del partido para esta etapa fueron fijadas en el Pleno extraordinario del Comité Central que se celebró el 7 de agosto de 1927. El pleno separó de la dirección del partido a Chen Tu-sin y sus seguidores y fijó como tarea principal para el partido la revolución agraria. Después del pleno se produjo un ascenso del movimiento revolucionario; el partido comenzó a crear sus propias fuerzas armadas. A su vez, el VI Congreso del partido tuvo lugar en 1928, dió orientaciones para desarrollar aún más la revolución y fijó como tarea principal la creación de bases revolucionarias y la formación del Ejercito Rojo.
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