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Análisis de las elecciones en la India actual…

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Recordando sobre el golpe fascista en Indonesia y las enseñanzas que se extraen.

MEMORIAS DE ENVER HOXHA.EXTRACTO DE UN ARTICULO PUBLICADO EN «ZÉRI I POPULLIT»con fecha del 11 de mayo de 1966.

LOS COMUNISTAS Y LAS ALIANZAS CON LAS FUERZAS PROGRESISTAS.

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La «experiencia histórica demuestra que, en su lucha revolucionaria, los comunistas se han aliado y se alían con diferentes fuerzas progresistas.Porque, particularmente cuando se trata de las revoluciones democráticas o de la liberación nacional del yugo imperialista y colonial, no sólo los auténticos comunistas y revolucionarios, sino también otras amplias capas de la población, desde los obreros y los campesinos hasta la burguesía nacional y otras personas progresistas, están interesados en la realización de estos objetivos. Sería erróneo, sectario y nocivo para la revolución que no se unieran.en aras de su triunfo, todos aquellos que son susceptibles de ser unidos.Y los comunistas y los auténticos revolucionarios, como los luchadores más audaces y los representantes más fieles de las amplias masas populares, están siempre interesados en la unión de todos los que aspiran a hacer avanzar la revolución.

Los acontecimientos de Indonesia constituyen asimismo una importante enseñanza con respecto a las alianzas.En Indonesia existía desde tiempo atrás la NASAKOM, que representaba la alianza de las fuerzas nacionalistas, religiosas y comunistas.El PC de Indonesia hizo bien en participar en la NASAKOM.A traves de ella, consolidó sus propias posiciones y las de la clase obrera en toda la vida del país.Pero, como demostraron los acontecimientos no se llevó acabo en ella un trabajo organizativo y revolucionario sano, se toleró una euforia funesta y se ensalzó en exceso a la propia NASAKOM, la unidad de las trés fuerzas que la constituían y la «libertad» de acción.El hecho es que al primer embate toda la fortaleza de la NASAKOM se vino abajo. La NASAKOM no fué un dique suficientemente fuerte para hacer frente a la ola de la contrarrevolución.

Por eso, los comunistas y los revolucionarios jamás deben contentarse en su lucha con la conclusión formal de las alianzas.No deben entusiasmarse con las declaraciones sobre la «vitalidad» de estas alianzas, sino que deben actuar de manera que estas sirvan lo mejor posibe a la revolución.

Es indispensable por tanto que, en los diferentes frentes populares, democraticos, nacionales y de liberación nacional, los auténticos partidos marxistas-leninistas, con su trabajo y su lucha, se ganen la confianza de sus aliados, su acertada línea revolucionaria en interés de las amplias masas unidas en el frente, son la garantía de la fuerza y la vitalidad de los frentes mismos y de su gran papel en el logro de los objetivos de la revolución. Se ha comprobado más de una vez que, cuando estos frentes están dirigidos por otras fuerzas sociales o partidos políticos, no son estables, no aplican una línea revolucionaria consecuente, son utilizados frecuentemente con fines contrarrevolucionarios y estallan como pompas de jabón al primer choque con la reacción.

Siguiendo la línea de unidad con todos los que pueden ser unidos en un frente, los partidos marxistas-leninistas, en oposición a los puntos de vistas de los revisionistas modernos, deben no sólo salvaguardar su independencia y su función dirigente, sino al mismo tiempo, combatir las vacilaciones de sus aliados, sus tendencias reaccionarias y sus tentativas de dividir los frentes y de dedicarse a chalaneos con las fuerzas de reacción. La línea de la unidad y de la lucha contribuye al fortalecimiento de los frentes, a su depuración de los elementos reaccionarios y contrarrevolucionarios, a la consolidación de la cohesión y del espíritu revolucionario, a la consolidación de la cohesión y del espíritu revolucionario, a la obtención de una unidad más elevada y asentada sobre una base más sólida.Aplicar únicamente la línea de la unidad y renunciar a la lucha conduce a una unidad falsa, formal y permite a los elementos y fuerzas reaccionarias socavarla y liquidarla fácilmente, asentando así un rudo golpe a la propia causa de la revolución.

En las alianzas con diferentes capas y fuerzas sociales para la realización de tales o cuales objetivos en las diferentes etapas de la revolución, es importante que los comunistas jamás olviden su objetivo final: el triunfo del socialismo.

«Es necesario saber unir la lucha por la democracia con la lucha por la revolución socialista, subordinando la primera a la segunda, –ha dicho Lenin–.Aquí reside toda la dificultad, esta es toda la esencia…..No olvidar LO PRINCIPAL (la revolución socialista), ponerla en primer plano….subordinando a la revolución socialista todas las exigencias democráticas , coordinandolas con ella, haciendo que dependan de ella…» (V.I.Lenin, tomo 35, Obras completas).

En sus alianzas con otras fuerzas sociales los comunistas son sinceros, luchan resueltamente por la aplicación de los programas de los frentes unicos, pero, al mismo tiempo, no ocultan en absoluto sus ideales y, después de la realización, de las tareas democráticas nacionales, están decididos a no quedarse a medio camino, sino a impulsar la revolución hasta el triunfo del socialismo y el comunismo.

La actividad de nuestro partido durante la lucha de liberación nacional, los acuerdos, las discusiones con los elementos progresistas, e incluso con las fracciones de la burguesía reaccionaria, nos enseñaron a orientarnos correctamente y con éxito en este laberinto.La experiencia así adquirida en la lucha le ha sido y le es extraordinariamente útil a nuestro partido en la aplicación de su correcta política con las masas trabajadoras, le ayuda en su política interior y en la orientación de su política exterior, en el estudio y solución de las contradicciones no antagónicas y antagónicas, tanto dentro, como fuera del país, así como en el movimiento comunista internacional.

El proletariado mundial , los partidos m-l y todos los verdaderos revolucionarios están empeñados, en una encarnizada lucha contra el imperialismo, contra la burguesía reaccionaria, contra los revisionistas modernos, contra su ideología. En una lucha a vida o muerte, una lucha de gran importancia mundial. La lucha entre nosotros y los enemigos es una encarnizada e implacable lucha de clases, ni el enemigo nos persona ni nosotros a él. El desarrollo de esta lucha de clases no se presenta del mismo modo en todas partes, no solamente por su intensidad, sino también por sus formas, por su dinamismo, por la concepción del mundo de las fuerzas participantes en la lucha, por las coyunturas, por los zig-zags, por el avance de la revolución, por las retiradas temporales, por el vigor de su ataque y por muchos otros factores, objetivos y subjetivos.

A los comunistas y obreros marxistas-leninistas les incumbe, como tarea importante e indispensable, tener en cuenta, como tarea estos elementos, analizarlos científicamente a través del prisma del marxismo-leninismo creador, aplicándolo no como un dogma, sino como una teoría revolucionaria viva y en acción, preservando siempre la pureza de los principios fundamentales, las leyes generales del desarrollo y de la revolución, sin ocultar bajo la consigna de una supuestas «condiciones reales del país» o de las «coyunturas especiales del tiempo o del momento», el oportunismo de derecha o el sectarismo nocivo.

Los recientes acontecimientos, el brutal ataque de los imperialistas, los revisionistas jruschovistas y de los diferentes reaccionarios contra el socialismo, contra la lucha de liberación de los pueblos, contra los partidos comunistas y revolucionarios de diversos países , muestran que la unidad internacionalista marxista-leninista, es, como en toda circunstancia, pero hoy más que nunca , indispensable.Quien no comprende esta gran verdad, no comprende el gran lema de Marx «¡Proletarios de todos los países uníos!». El marxismo-leninismo nos enseña que que todos los revolucionarios deben unirse contra los enemigos del proletariado y de los pueblos, contra los capitalistas, los imperialistas y sus aliados, contra la burguesía reaccionaria, contra las variantes de su ideología, una de las cuales es actualmente el revisionismo moderno, encabezado por el soviético.

Los enemigos del proletariado y del marxismo-leninismo han dirigido todo el rigor de sus ataques contra la unidad internacional marxista-leninista.Para ello han empleado todos los medios a su disposición y coordinan toda su actividad. Así actúa hoy el imperialismo mundial, encabezado por el norteamericano ; así actúa el revisionismo moderno, con el jruschovismo a la cabeza; así actúan todos los reaccionarios del mundo.En efecto, la unidad de los marxistas-leninistas del mundo es mortal para ellos, mientras que para nosotros es providencial.

Los traidores al marxismo-leninismo, los revisionistas jruschovistas, los titistas y sus lacayos han trabajado con arreglo a un plan bien definido para obstaculizar la unidad de los marxistas-leninistas y, en general, para desacreditar la necesidad objetiva de esta unidad.En primer lugar, en función de sus objetivos de traición, atacaron toda idea de organización internacional de los comunistas. Los revisionistas necesitaban de esto para rehabilitar a los traidores y a la traición trotskista, y en particular para desacreditar la idea de la unidad marxista-leninista internacionalista, que ha representado y representa para ellos el más grande peligro.Los revisionistas soviéticos han seguido la línea de denigrar todo lo sano, todo lo que sea marxista-leninista con el fin de reconstruir una nueva unidad sobre bases revisionistas y bajo el dictado jruschovista. Naturalmente esto es construir un castillo sobre arena, ya que no puede exiastir ninguna verdadera unidad al margen del marxismo-leninismo.Las prédicas de los revisionistas jruschovistas sobre la»unidad» son enteramente contrarias a la unidad , a la idea de la unidad marxista-leninista y se llevan a cabo para obstaculizar su realización.

…….Los revisionistas modernos hablan de su «unidad», pero en el seno de esta «unidad» cada día más se desarrollan numerosas formas e ideas desintegradoras, centrífugas, que conducirán a la degeneración abierta de los seudomarxistas, cualesquiera que sean las máscaras con que se encubran. La lucha heróica y consecuente de los marxistas-leninistas arrancará muchas máscaras.Si no es hoy, en un futuro próximo serán indudablemente desenmascaradas las maquinaciones de quienes quieren jugar el papel de centristas.(Alusión al Partido Comunista de Rumania, al Partido Comunista del Japón y al Partido del Trabajo de Corea .)

Centristas quienes de palabra defienden los principios, pero de hecho los deforman al socaire de la «independencia», de las «condiciones específicas», y todo para disimular su alejamiento progresivo del marxismo-leninismo….Es necesario que los marxistas-leninistas refuercen su unidad sin prestar atención a las calumnias y las consideraciones de los revisionistas…….Se esfuerzan en vano:la consigna leninista «¡Proletarios de todo el mundo y pueblos oprimidos, uníos!» triunfará.

El Golpe Fascista en Indonesia y las enseñanzas que extraen de el los Comunistas…(y los pueblos)

Memorias de Enver Hoxha. publicado en un artículo de «Zëri i popullit». 11 de mayo de 1966.

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La tragedia que están viviendo el pueblo y los comunistas indonesios debe turbar la conciencia de todos los hombres progresistas. Los fascistas indonesios, apoyados directa e indirectamente por los imperialistas americanos y los revisionistas jruschovistas, repiten, en una escala aún mayor, lo que hicieron los nazis en otro tiempo después de tomar el poder. Debe detenerseles la mano. Es preciso que todos hombres honestos, todos los revolucionarios, todos los anti-fascistas levanten la voz para protestar energicamente contra la masacre de los comunistas y de los hombres progresistas en Indonesia. Esto es hoy para todos la exigencia más elemental, porque es un verdadero crimen permitir que los más rabiosos reaccionarios asesinen impunemente a centenares de miles de inocentes (probablemente ninguna guerra, a excepción de las guerras mundiales, ha causado tantas victimas).

El pueblo y los comunistas albaneses expresan su solidaridad internacionalista a los comunistas indonesios, victimas del terror fascista. Estamos convencidos de que el Partido Comunista de indonesia, independientemente de las grandes perdidas que ha sufrido, responderá a los fascistas con una resuelta lucha revolucionaria hasta aplastar totalmente a la reacción. Es evidente ahora que en la oposición al fascismo y al terror existe sólo un camino para los comunistas y los patriotas indonesios:responder a la violencia contrarrevolucionaria con la violencia revolucionaria , con la lucha armada de los obreros y los campesinos en defensa de la libertad y de la democracia.

La evolución de los acontecimientos en Indonesia es una triste realidad para los comunistas y para todos los revolucionarios.Pero a pesar de ello, lo ocurrido en Indonesia representa una gran experiencia que debe ser atentamente estudiada, y de la que deben extraerse valiosas enseñanzas. La revolución no se desarrolla jamás en línea recta.Avanza a través de victorias y de derrotas. Los revolucionarios, los marxistas leninistas, tienen el deber de consolidar las victorias así como de aprender de los fracasos temporales, sacando las conclusiones necesarias de manera que la revolución se eleve a un nivel superior y se desarrolle con más fuerza.. La experiencia de una revolución es útil no solamente para los revolucionarios y los comunistas de un país, sino de todos los revolucionarios, para todos los marxistas-leninistas del mundo.Por ello, además de los comunistas indonesios, todos los revolucionarios y los comunistas indonesios, todos los revolucionarios y los comunistas de diversos países deben sacar de los acontecimientos de Indonesia las debidas enseñanzas. Esto es de importancia primordial.

El Partido Comunista de Indonesia creció y se desarrolló como partido marxista-leninista, en una dura lucha de clase contra los enemigos del interior y del exterior.Después de los duros golpes que recibió de la reacción en 1927 y en 1948, cuando fueron masacrados miles de comunistas y toda la dirección del Partido, el Partido Comunista de Indonesia, gracias a su lucha y a sus esfuerzos, logró recobrarse, hasta el punto de llegar a ser una fuerza que, por el número de sus miembros, representaba el más grande Partido Comunista de los países capitalistas. No cabe duda de que incluso tras las graves pérdidas que está sufriendo, con su lucha valerosa, consecuentemente y revolucionaria marxista-leninista, poco a poco, recobrará de nuevo sus fuerzas. Nosotros, los comunistas albaneses, estamos firmemente convencidos de que los comunistas indonesios analizarán cuidadosamente el trabajo realizado hasta el presente, descubrirán los errores y los defectos , deficiencias que se ha manifestado en el trabajo del partido, extraerán conclusiones necesarias de manera que en el futuro el PC de Indonesia pueda dirigir con éxito al pueblo indonesio por la senda de la revolución.

Mejor que ellos, nadie puede hacerlo.

Los acontecimientos de Indonesia no son un fenómeno aislado. Constituyen el eslabón de una cadena, un elemento integrante de una ofensiva de la reacción internacional contra el movimiento comunista y la lucha de liberación de los pueblos. Están enlazados con la actividad agresiva del imperialismo norteamericano en Vietnam y en otros países, con las sangrientas intervenciones de los imperialistas en la Republica Dominicana y en toda America Latina, tienen que ver con la organización de golpes de Estado contrarrevolucionarios en algunos nuevos países de Africa, con la actividad subversiva y escisionista que vienen desarrollando desde hace tiempo lor revisionistas jruschovistas en el seno del movimiento comunista internacional , con el sabotaje de la lucha de liberación nacional de los pueblos, con su activo apoyo al imperialismo norteamericano y a todos los diversos reaccionarios, etc.

Por esta razón, los revolucionarios y los comunistas de los diferentes países deben detenerse seriamente ante fenómenos, analizarlos cuidadosamente y extraer las debidas enseñanzas, de modo que la lucha revolucionaria avance constantemente de victoria en victoria.

A 50 años de los trágicos acontecimientos en Chile.De un artículo publicado en «Zëri i Popullit»Organo central del Partido del Trabajo de Albania.Memorias de E. Hoxha. 2 de octubre de 1973.

Es el imperialismo norteamericano quien ha mantenido y mantiene en pié a los regímenes fascistas en España y Portugal, quien incita el resurgimiento del fascismo alemán y del militarismo japonés, quien apoya a los regímenes rascistas de Africa del Sur y de Rhodesia y mantiene en su país la discriminación racial, quien ayuda a los regímenes reaccionarios de Corea del Sur y a los fantoches de Saigón y de Phnom Penh, en fin, quien instiga la agresión sionista y ayuda a Israel a mantener la ocupación de los territorios árabes . En los Estados Unidos han tenido y tienen su origen todos los vientos furiosos al anticomunismo, de la opresión nacional y de la explotación capitalista. En los países de America Latina, con alguna rara excepción , el imperialismo norteamericano ha instalado en el poder regímenes fascistas tiránicos, que oprimen y explotan implacablemente a los pueblos . Todas las armas que en este continente disparan contra las manifestaciones, asesinan obreros y campesinos, no sólo son de fabricación norteamericana, sino también suministradas por los norteamericanos.

El golpe militar fascista en Chile no es obra unicamente de la reacción interna, sino también del imperialismo. A lo largo de trés años, sin descanso, durante todo el tiempo en que el Presidente Salvador Allende estuvo en el poder, las fuerzas chilenas de derecha fueron instigadas, organizadas e impulsadas en su acción contrarrevolucionaria por los EEUU.La reacción chilena y los monopolios norteamericanos se vengaron del Presidente Allende por la política progresista y antiimperialista que aplicaba. La actividad de zapa de los partidos de derecha y de las fuerzas reaccionarias, sus actos de violencia y de terror estaban estrechamente combinados con las presiones que los monopolios norteamericanos ejercían desde el exterior, con el bloqueo económico y la guerra política que le hacía a Chile el gobierno norteamericano . Detrás de la junta militar estaba la CIA, la misma mano criminal que tantos golpes de Estado ha perpetrado en America Latina, en Indonesia, en Irán y en otros países. Los acontecimientos de Chile dejaron al desnudo una vez más el verdadero rostro del imperialismo norteamericano. Probaron nuevamente que éste ha sido y sigue siendo enemigo rabioso de todos los pueblos, brutal enemigo de la justicia y del progreso, de las luchas por la libertad y la independencia, de la revolución y del socialismo.

Pero la contrarrevolución en Chile no es solamente obra de las fuerzas reaccionarias declaradas y de los imperialistas norteamericanos. El gobierno de Allende fué saboteado y combatido con la mayor dureza asimismo por los democratas-cristianos y las otras corrientes de la burguesía, denominadas radicales y democráticas, fuerzas similares a aquellas con las que los partidos comunistas de Italia y de Francia pretenden marchar conjuntamente al socialismo mediante reformas y la vía pacífica parlamentaria. Sobre el partido de Frei en Chile no recae unicamente la «responsabilidad intelectual», como pretende alguno, por haberse negado a negociar y a colaborar con el gobierno de Allende, o por haberle faltado la lealtad hacia el gobierno legítimo. Este partido es responsable por haber saboteado por todos los medios la actividad normal del gobierno, por haberse unido con las fuerzas de derecha para minar la economia nacionalizada y provocar la confusión en el país, por haber cometido mil y un actos de subversión. Este partido luchó por la creación de una atmósfera política y espiritual que precede a la contrarrevolución.

También los revisionistas soviéticos están implicados en los acontecimientos de Chile. Miles de hilos unen a los dirigentes soviéticos con el imperialismo norteamericano cuando se trata de intrigas y complots. Ellos no pensaron ni quisieron ayudar al gobierno de Allende cuando estaba en el poder porque así se enfrentarían al imperialismo norteamericano y dañarían sus cordiales relaciones con él.

Estas posiciones de los revisionistas jruschovistas hacia Chile y la teoría de la revolución no se han confirmado tan sólo en el caso de los acontecimientos chilenos; se habían verificado también con anterioridad. Se confirmaron en los repetidos acontecimientos trágicos de Irán, cuando la reacción interna asesinó y encarceló a cientos y miles de comunistas y revolucionarios progresistas, en tanto que los revisionistas soviéticos ¡no se tomaron siquiera la molestia de levantar un dedo y mucho menos de romper las relaciones diplomáticas ! Exactamente lo mismo se verificó en los acontecimientos de Indonesia, estremecedores, donde fueron asesinados y masacrados alrededor de 500.000 comunistas y hombres progresistas. Tampoco en este caso hicieron nada los revisionistas soviéticos, no emprendieron acción alguna y ni siquiera pensaron en retirar su embajada de Yakarta. Los revisionistas soviéticos expulsaron de la Unión Soviética al corresponsal del PCI «Harjan Rakjat» y reservaron una buena acogida a la visita de Adam Malik, en esa época ministro de asuntos exteriores del régimen fascista Indonesio. Continuaron asimismo abasteciendo con armas soviéticas a Indonesia. Estas posiciones de los revisionistas soviéticos no son casuales. Son testimonio de la existencia de una colaboración secreta con los imperialistas norteamericanos para sabotear los movimientos revolucionarios y para sofocar las luchas de liberación de los pueblos .

Esta actitud ilumina asimismo el carácter demagógico de la actual y ruidosa ruptura de las relaciones diplomáticas con Chile.

Esta es la realidad. Sus palabras sobre la supuesta solidaridad con el pueblo chileno, así como todas sus consignas demagógicas, son máscaras para engañar a la opinión publica y para ocultar su traición a la revolución y a los movimientos de liberación de los pueblos.

El gobierno soviético rompe relaciones diplomáticas con Chile tratando de aprovechar la ocasión para hacerse pasar por defensor de las victimas de la reacción, para aparentar que está del lado de los que luchan por la libertad y la independencia, como si los revisionistas estuvieran a favor de la defensa de los regímenes progresistas.

Los revisionistas soviéticos ayudan a algún régimen progresista mientras esto redunde en favor de sus intereses imperialistas. Pero no van más allá.Ni siquiera se avergüenzan de mantener relaciones diplomáticas regulares con un régimen tan desacreditado y fracasado como el de Lon Nol, levantando por otro lado una cortina de silencio ante la gran lucha de liberación que libra el pueblo camboyano.

Los acontecimientos de Chile evidenciaron una vez más toda la tragedia que pesa sobre los pueblos de America Latina. Asimismo pusieron de manifiesto nuevamente las deficiencias, las faltas y las debilidades de la revolución en este continente, así como las dificilísimos caminos, erizados de obstáculos, por los que transcurre. Pero estos acontecimientos no constituyen una lección sólo para los revolucionarios de America Latina. Deben extraerse lecciones de ellos todos los revolucionarios del mundo , todos los que luchan por la liberación nacional y social, contra la intervención y la violencia imperialista, por la democracia y el progreso de la humanidad. Aquí también están incluídos los revolucionarios de la Unión Soviética, quienes deben levantarse contra los cabecillas revisionistas de su país y echar abajo , junto al revisionismo, todas las teorías oportunistas y antileninistas. También los revolucionarios de Italia y de Francia y de otros países capitalistas desarrollados deben extraer lecciones, enseñanzas de los acontecimientos de Chile, deben combatir resueltamente al revisionismo y rechazar las teorías reaccionarias de los «caminos pacíficos parlamentarios» que difunden los toglattistas y los demás revisionistas.

Estamos convencidos de que los acontecimientos de Chile, la embestida fascista de la reacción contra las conquistas democráticas del pueblo chileno, la brutal intervención del imperialismo yankee y el respaldo que éste presta a la junta militar, constituirán un acicate para que todos los pueblos del mundo se mantengan vigilantes, rechacen decididamente las consignas demagógicas de los imperialistas y revisionistas y oportunistas de todo pelaje y movilicen todas las fuerzas para defender audazmente la libertad y la independencia nacional, la paz y la seguridad.

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Memorias de E. Hoxha. Sobre los Jruschovistas y el ambiente entorno a la Conferencia de Moscú de 1957 y posterior.

Pero Jruschov tenía precisamente necesidad de la declaración, de una declaración donde se confirmase la «unidad» y se estampase a su pie el mayor número de firmas,Las discusiones llegaron a su fin . Tito decidió no acudir a Moscú.La indignación de Jruschov estalló, los términos se «endurecieron», las sonrisas y lisonjas hacia el «camarada» y el «marxista» Tito cedieron por un momento el lugar al epíteto «oportunista», y se dijo que «él nada tiene que ver con el leninismo», etc, etc.

Pero incluso estos «términos duros» dirigidos al cabecilla de Belgrado, Jruschov sólo los utilizaba en los pasillos y en encuentros casuales,ya que en el transcurso de la Conferencia no dijo una sóla palabra en contra del «camarada» Tito. Más aún, cuando era el momento de hablar «contra» los revisionistas y todos aquellos que se pronunciaban contra la Unión Soviética , mencionó dos cadáveres arrojados al basurero…: Nagy y Gilas.

Todavía abrigaba esperanzas de que Tito podía llegar a Moscú para confirmar la «Unidad de los trece», como le había prometido poco antes en Bucarest. ¡Pero Tito inesperadamente se puso «enfermo» «!.

—–¡Una enfermedad diplomática !—dijo indignado Jruschov, y nos preguntó a nosotros y a los demás como había que proceder en una situación en que los yugoslaos no aceptaban ya no sólo suscribir la declaración, sino tampoco participar en la primera Conferencia, en la de los partidos comunistas de los países socialistas.

—-Nosotros hace tiempo, que hemos expresado nuestra opinióm sobre ellos—les dijimos—, y cada día se confirma que teníamos razón y tenemos razón. Nosotros no nos vamos a retirar porque los yugoslavos no quieran venir.-

—-Así pensamos también nosotros—nos dijo Suslov. Y la Conferencia se celebró sin tener el trece, que no hacía falta en la mesa.

Pero si los revisionistas yugoslavos no acudieron a la primera Conferencia, la de los partidos de los países socialistas, no dejaban de estar presentes en sus labores. Estaban representados por sus hermanos ideológicos como Gomulka y compañia.Estos se pusieron abiertamente a favor de las tesis de Tito y exigieron que Jruschov y los demás dieran pasos en dirección a una disgregación y una confusión mayores.

—-Nosotros no estamos de acuerdo con la denominación de «campo socialista con la Unión Soviética a la cabeza»—declaró Gomulka—.También en la práctica hemos abandonado esta fórmula, para demostrar que no somos dependientes de la Unión Soviética como en la época de Stalin.

Por su parte, los dirigentes soviéticos jugaron- una diabólica maniobra en torno a este problema. Para demostrar supuestamente su espíritu de principios en las relaciones con los otros partidos hermanos, hicieron la «propuesta» de suprimir la fórmula «con la Unión Soviética a la cabeza», ya que supuestamente todos éramos «iguales». Pero esta proposición la hacian entre dientes y sólo para tomar el pulso a los demás, pués en esencia estaban no simplemente por la fórmula «bajo la presidencia de la Unión Soviética». es decir «bajo la dependencia de la Unión Soviética». A esto tendían y por esto luchaba , y el tiempo confirmó sobradamente los objetivos de los jruschovistas.

Cuando Gomulka hizo su propuesta en la Conferencia, los representantes soviéticos montaron en cólera y , sin ser ellos mismos los primeros en salir a escena, azuzaron a los demás a lanzarse contra , sobre Gomulka.

Un largo debate estalló en torno a este problema.Por nuestra parte , aunque cada día cristalizaba más en nosotros la idea de que la dirección de la Unión Soviética se iba desviando del camino del socialismo, continuábamos defendiendo la tesis «con la Unión Soviética a la cabeza» por razones de principio y tácticas. Sabíamos perfectamente que Gomulka y sus sostenedores , al pronunciarse contra esta fórmula, buscaban de hecho echar por tierra de manera abierta y sin vacilar todo lo que había de bueno y valioso en la experiencia de decenas de años de la Unión Soviética dirigida por Lenin y Stalin, echar por tierra la experiencia de la Revolución de Octubre y de la edificación socialista de la Unión Soviética del tiempo de Stalin, negar el papel que le correspondía jugar a la Unión Soviética por el triunfo y al avance del socialismo en muchos países.

De esta manera los revisionistas Gomulka, Togliatti y otros, unían su voz al rabioso ataque que habían desatado en aquellos años el imperialismo y la reacción contra la Unión Soviética y el movimiento comunista internacional.

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Memorias de E. Hoxha.Sobre los Jruschovistas.Retirada temporal con fines de revancha. Los soviéticos exigen la «unidad». La conferencia de Moscú de 1957.Las negociaciones de Jruschov para llevar a Tito a la Conferencia. La «cólera» momentábea de Jruschov. Debate sobre la fórmula : «Con la Unión Spvietica a la cabeza». Gomulka : «No dependemos de la Unión Soviética » . Mao Tse tung : » nuestro campo debe tener una cabeza, porque también la serpiente tiene una cabeza «. Togliatti : «abrazamos nuevas vías», «estamos en contra de un centro dirigente», » no queremos emplear la tesis de Lenin «un partido de nuevo tipo». Sofismas de Mao : «marxistas» al 80, 70 y 10 por ciento. La declaración de Moscú y la reacción de los yugoslavos.Jruschov enmascara su traición bajo el nombre de Lenin.

Los jruschovistas, que iban restaurando el capitalismo en la Unión Soviética, pretendían convertir a éste en una gran potencia social-imperialista, a la cual debian armar cuanto más, ya que la tempestad que habían levantado no sólo iba a destruir la unidad del campo socialista, sino también a exacerbar las contradicciones con el imperialismo norteamericano. Los jruschovistas sabían que los Estados Unidos de América eran una potencia que superaba a la Unión Soviética tanto en la economia como en el armamento.

La política demagógica de los jruschovistas sobre la «nueva época de paz», sobre el «desarme», era una política para los gogos (del francés, ingénuos). Los Estados Unidos de América y el capitalismo mundial se aprovechaban para profundizar la crisis del comunismo, evitar la rápida aparición de la crisis económica y política que amenazaba a la propia Norteamerica, consolidar sus mercados y sus alianzas, y de un modo particular la OTAN.Los jruschovistas, por su parte, luchaban por afianzar el Tratado de Varsovia y convertirlo en una sólida cadena soviética destinada a nuestros países.Ellos consiguieron converir el establecimiento de las tropas soviéticas bajo la máscara de la «defensa contra la OTAN», en una ocupación militar de muchos países del Tratado de Varsovia.

Es cierto que la amenaza imperialista había sido y sigue siendo un hecho , más, con la llegada de los jruschovistas al poder, nuestros países eran considerados como campo de batalla frente a las fronteras soviéticas y nuestros pueblos como carne de cañón de los revisionistas soviéticos.Todo, ejército, economia, cultura, etc,trataron de ponerlo bajo su control y dirección.Todos los partidos de los paises socialistas cayeron en esta celada jruschovista, a excepción del Partido del Trabajo de Albania.

Pero, inevitablemente, también entre los que siguieron y se sometieron a la línea de Jruschov surgirían fricciones, desacuerdos, querellas, que tendrían su origen en los designios de una política carente de principios.La burguesía y la reacción internacional atizaban estos desacuerdos para profundizar las brechas en el seno del «bloque comunista».

Jruschov y sus compinches veían este proceso y por eso recurrían a todos los medios y maneras para limitarlo y aislarlo.

Para conseguir sus objetivos estratégicos,los jruschovistas necesitaban de la «amistad» de todos, particularmente de los partidos y los países del campo socialista, por ello empleaban diversas tácticas a fin de «consolidar los lazos», allanar los desacuerdos y someter a los demás a su propia dirección.

Su método de actuación para poner en obra sus objetivos consistía en organizar reuniones, encuentros, casi siempre en Moscú, para convertir esta capital, si no DE JURE por lo menos DE FACTO, en centro del comunismo internacional, y tener así siempre la ventaja de poder trabajar y tener bajo control a uno o a otro por medio de contactos directos como a través de sus aparatos de escucha. Era patente que a los jruschovistas no les iban las cosas sobre ruedas.La Unión Soviética tenía discrepancias de todo tipo con Albania, China, y también con los demás países de democracia popular.La vía de la «libertad» y de la «democracia», proclamada a bombo y platillos en el XX Congreso, se convertía ahora para la propia dirección soviética en un boomerang.Sus filas habían comenzado a disgregarse.Pero los jruschovistas necesitaban a cualquier precio conservar, al menos en apariencia, la «unidad» político-ideológica del campo del socialismo y del movimiento comunista internacional. En este sentido y por este objetivo fue organizada la Conferencia de Moscú de 1957.

Jruschov y consortes hicieron febriles esfuerzos no sólo para que en esta conferencia participase la Liga de los Comunistas de Yugoslavia como «partido de un país socialista», sino posiblemente para que Tito se pusiera de acuerdo con aquél en cuanto a la plataforma, el desarrollo y las conclusiones de la Conferencia.De este modo, la «unidad» soñada y buscada impacientemente por los jruschovistas aparecería más completa que nunca.Pero Tito no era de los que se metían fácilmente en el redil de Jruschov. Se intercambiaron muchas cartas y se organizaron varios encuentros bilaterales entre la gente de Jruschov y de Tito en vísperas de la Conferencia, pero apenas parecía que se llegaba a una buena comprensión, todo se desmoronaba y el abismo entre ellos se hacía más profundo. Cada una de las partes pretendia explotar la Conferencia para sus propios fines: Jruschov para declarar la «unidad», aunque fuese con dolorosas concesiones, a fin de satisfacer y de ganarse a Tito; éste para impulsar a los demás a renunciar abierta y definitivamente al marxismo-leninismo , a la lucha contra el revisionismo moderno, a toda posición de principios. Viajaron a Belgrado Ponomariov y Andropov, montaron sus trapicheos con los representantes de Tito, se mostraron dispuestos a retirarse de muchas de sus anteriores psiciones, aparentemente de principios, pero Tito desde lejos ordenaba:

—–Iremos a la Conferencia a condición de que no se publique ninguna declaración, pues en caso contrario se pone tenso el clima internacional y se indignan los imperialistas, que luego pueden tacharnos de «amenaza comunista».

Nosotros, los yugoslavos no podemos aceptar ningún tipo de declaración, porque nuestros aliados occidentales van a creer que nos unimos con el campo socialista y en consecuencia pueden cortar las estrechas relaciones que tienen con Yugoslavia.

——Iremos a la Conferencia a condición que allí no se emplee en absoluto los términos oportunismo y revisionismo, pués eso sería un ataque directo contra nosotros.

—–Iremos a la Conferencia a condición de que no se fustigue la política de las potencias imperialistas, pués ello no obraría en beneficio de la política de distensión, etc, etc.

En pocas palabras, Tito quería que los comunistas del mundo entero se reuniesen en Moscú para tomar el té y narrar historietas.

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